Prácticas básicas de marketing sostenible

Están muy de moda conceptos como marketing sostenible, la regla de las 3R, la responsabilidad social corporativa. ¿Cómo aplicarlos en el día a día? la verdad es que no es una tarea sencilla. Desde CoffeeTime creemos que los pequeños gestos marcan una gran diferencia. Esto no nace de una gran revolución, simplemente somos conscientes de que cada acción o cada pensamiento enfocado a reducir, reciclar y reutilizar suman mucho más de lo que a priori pueda parecer. Antes de actuar, tenemos que reflexionar sobre el impacto que las tareas y acciones que vayamos a acometer tienen en el medio ambiente. Cuando planteas un proyecto tienes que pararte a pensar en cómo tu como pyme, tus clientes y tus proveedores pueden sumar al cambio en las diferentes fases del trabajo que juntos vais a llevar a cabo. ¿Cuáles son esas reflexiones? Las siguientes preguntas nos permiten realizar una auditoría básica que evalúe el impacto de un producto. Aunque no contemos con un producto “tangible” como tal, debemos de evaluar las repercusiones de los materiales y sus procesos. La lista de control debe completarse respondiendo a las preguntas formuladas y reflexionando posteriormente sobre cómo pueden aplicarse las 3Rs: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Un ejemplo muy simple sería preguntarnos, ¿de qué está hecho este producto? Si es papel, hay un margen para reducir el tamaño, reutilizar el papel o usar papel reciclable o reciclado. Simplemente hay que tener presente la necesidad de reducir impactos y ya estaremos en el buen camino. Las preguntas que debemos hacernos sobre el proceso de producción son: ¿Quién lo hace? ¿Cómo se empaqueta? ¿Es el embalaje reutilizable/ reciclable? ¿Cuál es la vida útil del producto? ¿Puede repararse /reutilizarse? ¿Qué sucede cuando deja de ser útil? ¿Cómo podemos deshacernos del producto? También debemos tener en cuenta que un producto no es sólo su producción, sino también hay que contar con la distribución, el precio y su promoción una vez está en la calle. Respecto a su envío y distribución debemos barajar los siguientes factores: ¿Cómo se transporta? ¿Es el transporte todo lo eficaz que puede ser? ¿Es el embalaje utilizado para el transporte reutilizable o reciclable? ¿Cómo llega el producto al consumidor final? En cuanto al precio del producto en el mercado, debemos plantearnos unas cuantas cuestiones un tanto incómodas, ¿Incluye el precio una garantía de reparación o sustitución? ¿Refleja el precio de manera adecuada los valores de sostenibilidad de la empresa? ¿Se utilizan los incentivos en el precio para promover un sobre-consumo del producto? Finalmente, y no menos importante es vigilar el ciclo promocional del producto, estas preguntas son básicas para conseguir cerrar este proceso de la forma más eficaz posible. ¿Se le comunican al cliente de manera clara y precisa las características del producto? ¿Son los distribuidores y segundos vendedores conscientes de las credenciales de sostenibilidad del producto y capaces de transmitirlos a sus propios clientes? ¿Qué recursos se emplean para comunicar las características de los productos al cliente? ¿Qué transmite el producto sobre los valores de la empresa? En definitiva, sabemos que contaminamos, pero estas sencillas prácticas nos ayudan a reducir el impacto que cada día dejamos sobre el planeta, no lo dudes reflexiona y pregúntate qué es lo que está en tu mano para mejorar. Recuerda que sólo un pequeño gesto te ayudará a generar un gran cambio en tus prácticas de marketing.